¿Cuál es la diferencia entre el silencio estratégico y el silencio limitante de los jugadores de baloncesto?
- El Profe Henry

- 30 sept
- 4 Min. de lectura

Si alguna vez has jugado baloncesto, seguro conoces la escena en la que entrenador grita como si estuviera pregonando en la galería sin parlante, la tribuna ruge como si estuvieran regalando empanadas, y tú, ahí estás más callado que un celular sin señal.
Pareces el jugador misterioso que todos miran y piensan si estás concentrado como un ninja o simplemente no sabes qué hacer.
En el baloncesto, el silencio a veces es señal de enfoque, como cuando un jugador está tan metido en el juego que no necesita hablar. Pero otras veces, ese silencio es como una luz roja en la que algo no está bien, ya que el jugador no se comunica, se bloquea en el juego y el equipo lo siente.
Hoy vamos a entender si ese silencio en la cancha es una herramienta de enfoque o una señal de que algo nos está frenando.
La historia del jugador "Mute"

Juan Pablo tiene 17 años. Es colombiano, disciplinado, talentoso, aplicado y posee el don especial de aprender fácilmente solo observando. Él no necesita repetir mil veces una jugada para dominarla, sino, que solo basta con verla una vez y su cuerpo la memoriza.
Pero cuando llega el momento de jugar, algo cambia. Su talento sigue ahí, pero su presencia se desvanece.
A Juan no se le escucha en el juego, tampoco da instrucciones y ni siquiera pide el balón. Es como si alguien le hubiera puesto “mute” en la cancha, y ese silencio, lejos de ayudarlo a concentrarse, lo desconecta del juego, lo llena de dudas y lo hace cometer errores que no tienen nada que ver con su capacidad.
Durante un partido importante, en el tercer cuarto recibió el balón solo en la esquina, pero justo antes de lanzar, escuchó a un compañero gritar que no lanzara, entonces, Juan Pablo dudó, bajó el balón y en ese segundo de vacilación lo perdió.
Esto no fue un error técnico, sino un error emocional.
Después del partido me acerqué a él. No para corregirlo, sino para entender lo que había detrás de ese silencio que lo acompañó durante todo el juego.
Juan Pablo bajó la mirada, se tomó unos segundos y con una voz tan baja que parecía que se le escapaba entre los labios, me dijo:
“No sé… me gusta jugar callado, pero cuando me critican me desconcentro y empiezo cometer errores uno tras otro”.
Ahí entendí que Juan Pablo no jugaba en silencio por estrategia, sino por protección.
Su voz no está ausente, más bien, está escondida como si estuviera dentro de una burbuja de cristal que se ve que habla, pero no se escucha.
Y ese silencio, lejos de enfocarlo, lo desconecta haciéndole tomar malas decisiones que lo aleja del equipo y apaga su talento por no defender su voz.
¿Cuál es la diferencia entre el silencio estratégico y el silencio limitante de los jugadores de baloncesto?
El silencio estratégico es como el de Kawhi Leonard, el cual es, reservado pero enfocado. Su juego habla por él y cuando es necesario, sabe cómo comunicarse con su equipo.
El silencio limitante es como el de Juan Pablo, que es involuntario y emocional. Es como tener talento en una orquesta, pero no atreverse a tocar fuerte. Entonces su nota se pierde y la sinfonía se descoordina.
En resumen, la voz en la cancha es como el wifi del equipo, la cual, si no está activa, todos se desconectan.
Pregunta que deberías hacerte
¿Qué tipo de silencio estoy usando más en mi juego: el que me impulsa o el que me frena?
Respuesta del Sabio Baloncesto
“Porque Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” - 2 Timoteo 1:7
Significa que tu voz es parte de ese espíritu de poder en el que si te callas por miedo, no estás usando el don completo que tienes para aportar al equipo.
Recuerda que el silencio estratégico nace del dominio propio; el limitante, de la cobardía.
Mini desafío
En tu próximo entrenamiento
Durante 5 jugadas seguidas, debes decir al menos una instrucción clara a un compañero. Ejemplo: “¡Cambio de marca!”, “¡Tiro, rebote!”, “¡Córtala por izquierda!”. Luego reflexiona de cómo cambió tu energía y la de tu equipo.
El silencio puede ser tu mejor aliado o tu mayor obstáculo. Tu elección marca la diferencia.
Si este artículo te ayudó a reflexionar sobre tu forma de comunicarte en el baloncesto, suscríbete al blog.
!Mungu akubariki!




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