Cómo fortalecer tu mente para mantener la calma en los últimos minutos del partido
- El Profe Henry

- hace 1 día
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Recuerdo un partido en el que todo parecía perdido e íbamos abajo por dos puntos, quedaban apenas 10 segundos y yo tenía el balón.
El coliseo estaba tan silencioso que hasta se escuchaba el zumbido de los ventiladores.
Tomé el tiro y fallé.
Pero no fue un fallo cualquiera, porque la pelota rebotó tan fuerte en el aro que terminó golpeando a la mascota del equipo que estaba bailando en la esquina.
Luego, el público pasó de la tensión absoluta a una carcajada colectiva.
En ese momento, descubrí que el humor se convierte en ese compañero inesperado que te rescata justo cuando la presión del juego te aprieta.
Atreverse a reírse, sobre todo de uno mismo y de los propios tropiezos, deshace el hechizo del miedo y te ancla de nuevo al momento presente.
No hace falta que el humor elimine la tensión; basta con que la transforme, recordándote que una jugada no define tu vida y que soltar el control es la puerta para recuperar la calma.
Aquella carcajada colectiva en el coliseo fue como un salvavidas, en el que me permitió relajarme, dejar atrás la obsesión por la perfección y volver a disfrutar el juego con la ligereza y alegría de la infancia.
Desde entonces, cada vez que la presión amenaza con paralizarme—en la cancha o en la vida—elijo buscar el lado gracioso de la situación.
Aprendí que el humor no es solo una defensa, sino una palanca para recuperar la confianza y el enfoque.
Ahora, cuando enfrento momentos decisivos, en lugar de dejarme llevar por el miedo, me permito reír, respiro profundo y recuerdo que nada es tan grave como parece.
Así, el humor se volvió mi herramienta secreta para mantener la calma y seguir adelante, pase lo que pase.
Por eso, esta pregunta de "Cómo fortalecer tu mente para mantener la calma en los últimos minutos del partido", me llegó como un pase de fantasía que fue directo, rápido y en el momento justo.
Me cuentan que en esos minutos finales —cuando el juego se pone sabroso— A muchos, su corazón empieza a sonar como parlante de bus en hora pico, mientras tu cerebro se queda atascado en un trancón de pensamientos negativos.
Aunque a esto se le denomine miedo, el inconveniente no radica en experimentar esa emoción, sino en percibirlo como una amenaza, cuando en realidad cumple la función de transmitir información relevante, aunque resulte incómodo.
El Mito del Jugador Frío como un Hielo
La gente cree que la "calma" es no sentir nada.
¡Es Puro Mito!
Calma es sentir todo el miedo, la presión, la taquicardia, y aun así elegir enfocarte en el aro y no en el juicio del coach o del público.
Ese pánico que te paraliza no es falta de capacidad, sino que es una alarma interna que expresa disfrazada de un niño gritón que ¡Esto importa demasiado y no quieres fallar!
Aquí tienes tres movimientos, no para "matar" ese miedo, sino para ponerlo a trabajar a tu favor:
1. La Paradoja del Enfoque
En los momentos finales, solemos dejar de pensar en cómo lanzar y empezamos a preocuparnos por lo que va a pasar (si encesto, si me van a regañar, si ganamos o perdemos).
Ese es el error clásico. Los que realmente son mentalmente fuerte se concentran en hacer bien el paso a paso, no en lo que vendrá después.
Tu ancla mental debe ser:
“Miro el aro. Siento el balón. Lanzo como sé hacerlo.”
No pienses en fallar o acertar, solo haz el movimiento.
Si te pones nervioso, repite para ti: “Pies. Rodillas. Codo. Mano arriba y doblo muñeca.”
Ese mantra te ayuda a volver al presente y a enfocarte solo en lo que puedes controlar.
2. Ríete
De joven, solía ponerme muy nervioso en los tiros libres. En un partido importante, debía encestar dos para ganar; fallé el primero y pensé que volvería a fallar.
Pero el entrenador me dijo: “El tablero lleva 50 años ahí, solo salúdalo.”
Eso me hizo reír, me relajé, tiré y acerté.
El humor cambió mi mentalidad.
3. Controla tu respiración
Respirar superficialmente indica estrés. Antes de una acción clave, haz una pausa de 2 segundos, inhala por la nariz durante 3 segundos y exhala por la boca durante 5 segundos.
Esto ayuda a calmar el sistema nervioso y enfocar la mente.
El baloncesto es 80% drama que te montas en la cabeza.
Tienes el talento, pero entrenas la mente con un software pirata. Además, el miedo no es un virus que vas a borrar, sino que tienes que dirigirlo.
La próxima vez que tu corazón se acelere, dile al miedo:
“Gracias por avisarme que estamos en el momento importante del juego. Ahora siéntate en la banca, que tengo que trabajar.”
¡Si esta historia resonó contigo, felicidades!
Tu mente ya te está pidiendo entrenamiento.
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Porque, aceptémoslo, no hay peor defensa que tus propios nervios y aquí te enseño a ponerlo en la banca.
Un abrazo,
El Profe Henry
¡Mungu Akubariki!





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